martes, 30 de junio de 2009

PROLOGO

Todo empezó en una angosta posada, en medio de un inhóspito camino, en el lejano reino de Nevus (el país helado).
La posada, envejecida por el paso de los años, daba una presencia, un tanto, desconcertante.
La noche era fría y tormentosa. Las antiguas paredes de madera de la posada crujían como consecuencia de la tempestad. La taberna de la posada, estaba simplemente alumbrada por una gran hoguera situada en el centro del salón y por unos mohosos candelabros que portaban unas, ya casi inexistentes velas.
De repente, la puerta se abrió de golpe dejando entrar la nieve y el viento que apagó los candelabros.
Una extraña figura, envuelta en un enorme manto negro que le cubría el rostro, apareció de pie tras el portón.
Este cayó en redondo el suelo. Cuando los clientes de la posada se acercaron para socorrerlo, descubrieron un extraño ser bajo el manto. Lo que allí vieron revolvió las entrañas de más de uno, pues era el cuerpo de una persona totalmente huesuda. Como si le hubieran sacado todos los músculos del cuerpo y su corroída piel envolviera sus huesos.

El repugnante ser, seguía aun con vida. Incluso pudo chapurrear unas últimas palabras.
- ¡¡ Ayudadme!! - dijo con una ronca voz que parecía salir directamente desde sus pulmones. - ¡¡ Necesitamos ayuda !!. – Volvió a repetir, mientras sacaba un pergamino que llevaba guardado y lo alzaba en su mano.

El viejo Pitt intentó coger el pergamino. Pero la criatura se negó a cedérselo.

- No, tu no. ÉL. – dijo la criatura, mirando hacia un enorme bárbaro que se encontraba sentado en su mesa bebiendo cerveza, haciendo caso omiso a lo que allí acontecía.
- Ja ja ja… - empezó a reírse el bárbaro – Dalmerot, viejo amigo… ¡JA JA JA! – rió con aun más fuerza. – Sabía que acabarías así…
- Coge el mapa y huye – replicó la moribunda criatura.
- ¿mapa? – dijo sorprendido el bárbaro - ¿Qué hay en él? ¿hacia donde nos llevaría?

Pero aquel ser no llegó a contestar, su brazo alzado calló al suelo, sosteniendo aún el pergamino en sus raquíticas manos.

- ¡Está muerto! – gritó alguien.

En ese mismo momento algo increíble empezó a suceder. Demoníacas criaturas envueltas en fuego empezaron a surgir de la hoguera situada en el centro de la sala. Matando a todos aquellos que se encontraban en su camino. Las criaturas abrieron sus bocas exageradamente y expulsaban por ellas unas enormes bolas de fuego que abrasaba todo a su paso. Las espadas no podían hacerles daño, ya que traspasaban sus cuerpos como si estuviesen hechos de humo.


- ¡Corred muchachos! – grito el bárbaro, abalanzándose sobre el asqueroso cadáver de la criatura y quitándole el pergamino de sus muertas y frías manos.
ZORKA


Varios guerreros siguieron al bárbaro. Corriendo hacia fuera de la posada, dejando tras ellos un montón de gritos, cadáveres y un asqueroso olor a carne quemada.
El grupo, montó a caballo y salió al galope, colina abajo. Cuando miraron hacia atrás, la posada había sido totalmente destruida y en su lugar solo quedaba una montaña de escombros bajo una columna de humo negro como la noche.

El nombre de aquel bárbaro era Zorka, uno de los guerreros más famosos de toda Nevus y jefe de la banda que le acompañaba. Entre sus proezas se podía contar el robo de Las Riquezas del Nigromante, conocido como Dalmerot.

Cinco eran los compañeros de aventuras de Zorka. Ashakhor, el elfo Oscuro era el más peligroso de todos, ya que no seguía leyes ningunas, no quería ni riquezas ni fama, solo estaba en el grupo, porque allí encontraba el placer de matar. El grupo, también estaba formado por los hermanos Roger y Petter Wasovky; por Azur el mudo y por el explorador Caxias.

Tras varias horas de huida, Zorka, levantó el brazo diciendo:

- ¡Alto!. Miremos que hay en el pergamino.

Zorka abrió pues, el pergamino que le había cogido al fiambre y dijo en voz alta y llena de felicidad:

- Ja ja ja … - rió – Tal y como dijo ese asqueroso, ¡un mapa! Y seguro que nos llevará a un valiosísimo tesoro, aun más grande de lo que le birlamos la primera vez a ese Nigromante estúpido.
- No me fío – dijo Roger Wasovky
- Si jefe, mire lo que se armó en la posada. ¿Qué diantre eran esas criaturas? – replicó Petter Wasovky.
- Eran Demon Fogus – dijo el Elfo mientras frotaba su armadura, intentando quitar el barro que la impregnaba.
- ¿Demon Fogus?. Un momento, ¡esos son demonios!- dijo sorprendido Petter Wasovky
- Claro estúpido – se enfureció el Elfo. – Ese invecil de Dalmerot era un Nigromante, y esas clases de magos, pueden convocar a todas las criaturas del inframundo, ya sean no-muertos o demonios. Seguro que algo se le fue de las manos y ahora quería que lo limpiásemos nosotros.
- O tal vez… Las criaturas se volvieron contra él y quería recuperar su tesoro a través de nosotros… ja ja ja, somos ricos muchachos. – Pensó en voz alta el bárbaro. - Caxias, coge este mapa y llévanos a donde indique. Los que me quieran seguir que me sigan y los que no quieran… Pues los mato aquí mismo. Ja ja ja…

Así pues, el grupo de guerreros se puso en marcha, sin saber que les esperaba la más difícil de las épicas hasta ahora logradas y que lo que les había mandado a buscar el nigromante, no era exactamente un tesoro…

ASHAKHOR

PREVIO

Buenas amigos:

Estoy escribiendo un libro de aventuras, y e decidido colgar aqui los capitulos del libro (terminados). Tengo muchisimas ideas y quisiera que formeis parte de él. Os ire escribiendo aquí las maquetas de cada caplitulo y podreis darme sugerencias para cambiar lo que no os guste o si teneis alguna buena idea para el libro, no dudeis en mandarmela.
Estoy abierto a todo tipo de cambios. Y podreis formar parte del libro de manera directa o indirecta. Si os ocurre algún capitulo no ddeis en mandarmelo da igual que le falten retoques ya me encargaré yo de adaptarlo.
PD: Dejaos impregnar por el mundo de fantasía medieval que os brindo a continuación y disfrutad de sus parajes, rincones geograficos y sobretodo de las aventuras de sus personajes.